15 SRA Centro

Individual: David Guarnizo

Exposición Individual Zona Centro de los 15 Salones Regionales de Artistas
Museo de Arte Moderno de Bogotá, 13 de noviembre a 13 de diciembre de 2014

¿Cuál es la distancia del horizonte?

Al habitar el territorio desértico de La Guajira colombiana, surgen tres conceptos convergentes: ‘frontera’, ‘límite’ y ‘línea’.
La palabra frontera proviene del latín frons, frontis (frente, parte anterior, fachada) que se refiere a una barrera frontal encontrada al llegar a un territorio, como el faro de Punta Gallinas, ubicado en el punto más septentrional de Colombia y de Sudamérica. La frontera como concepto sugiere el acto de enfrentar un lugar limítrofe.
El término límite proviene del vocablo latín limes (borde, frontera) que señala una división geográfica o espacial y una restricción o limitación. La palabra límite nos lleva a pensar en un acto de persistencia en el tiempo con respecto a una línea concebida, en el territorio, como el horizonte.
La palabra línea, del griego linum/linon, significa ‘cosa hecha con lino’. Su relación con el lino nos recuerda un oficio que se desarrolla en el tiempo. La línea como frontera y límite implica la definición de un lugar y de una acción sobre él. El espacio es, entonces, lo que está comprendido entre fron¬teras desde una línea espacio-temporal donde el caminante inicia su trayecto por un territorio.
Una forma de habitar el territorio es viable a través del reco¬nocimiento de sus límites, como una labor realizada sobre sus bordes. La demarcación del espacio, dentro del cual queremos ser y estar o dentro del cual estamos obligados a permanecer, se origina al dibujar una línea sobre el territorio. Esta línea, además de física, puede ser social, étnica, cultural, política, psicológica o mental.
Las líneas que demarcan un territorio son muy parecidas a los menhires, que los primeros caminantes erigían para no sucumbir ante la inmensidad e incertidumbre de una tierra nueva. La delimitación de un territorio también se da cuando, mediante una mirada particular, convertimos la tierra en paisaje.

David Guarnizo
(Bogotá, 1985)
www.davidguarnizo.com
Maestro en Artes y especialista en fotografía de la Universidad Nacional de Colombia (2012). Ha participado en exposiciones colectivas como “Fotográfica Bogotá 2015” (Bogotá, 2015) y Artecámara, Feria Internacional de Arte de Bogotá, artbo (Bogotá, 2010 y 2012). En el año 2011 recibió la beca Semilleros de Creación e Investigación de la dib-Col¬ciencias. Ha sido ganador de las convocatorias Residencias Artísticas Nacionales (2012) y 15 Salones Regionales de Artistas-Becas para la Realización de Exposiciones Individuales (2014), del Programa Nacional de Estímulos del Ministerio de Cultura. Junto al colectivo Don’t Panic obtuvo la beca El Parqueadero-Laboratorios (2013), del Programa Distrital de Estímulos. En paralelo con su práctica artística indaga sobre la pedagogía y los procesos de creación colec¬tiva transdisciplinar.

Individual: Andrés Frix Bustamente

Exposición Individual Zona Centro de los 15 Salones Regionales de Artistas
Museo de Arte Moderno de Bogotá, 13 de noviembre a 18 de diciembre de 2014

Suicidio anunciado de una pintura caótica

Se define por una ambigüedad constante, un juego de opuestos —lo ingenuo y lo perverso, lo real y lo ficticio, los personajes figurativos y las composiciones abstractas— expresado en un estilo colorista, luminoso y naíf, que, formal¬mente cercano a ciertas tendencias del “hazlo tú mismo”, apuesta por una narrativa claustrofóbica y sórdida que refleja nociones del presente, como la saturación, la ironía y, sobre todo, el absurdo. De este modo, la instalación, las imágenes y las animaciones están repletas de seres extraños, mutantes, grotescos, que permiten acceder a nuevos relatos, alejados de cualquier normativa o significación establecida.
Las imágenes de la propuesta se alimentan de un uso preciso de sus influencias bajo un estilo frenéticamente apresurado y perceptible en los detalles que afloran en la superficie de color, recordando algunas meditaciones vagas. El uso del color está guiado no por un realismo representativo, sino por su poder expresivo, con lo cual se genera un espacio ficticio que se configura en los términos de la instalación como un mundo real de cartón, papel y tela, que otorga a su narrativa una veracidad artificial y asfixiante en contraposición a lo reconocido y cotidiano. Es un contraste que se logra con telas de colores y choca con las texturas capturadas de fanzi¬nes y cómics. No existe visión alguna que no sea de colores. La atención del espectador, además de dirigirse a las imáge¬nes, se centra en los espacios construidos, donde distingue manchas, luces y sombras que juegan con el instrumental de texturas como “artificio” en su sentido más puro.
El proyecto Suicidio anunciado de una pintura caótica apuesta por desdibujar la instrumentalización de la propuesta artística y comenta la llamada muerte de la pintura. No es el regreso del hijo pródigo, pues, para seguir los lineamientos ideológicos del establishment crítico-curatorial, la nueva pintura se ha refugiado en la autonegación y el autosabotaje con una gran dosis de ironía y cinismo. Por lo mismo, no debe sorprender que parte de la pintura ideológicamente aceptable termine siendo una especie de pintura/publicidad que posiblemente actúe como publicidad de movimientos a priori (ya sea en los términos definidos por las vanguardias.

Andrés ‘Frix’ Bustamante
(Bogotá, 1979)
andresfrix.wix.com/andresfrix
Maestro en Artes Plásticas de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas (2007). En sus instalaciones coinci¬den su interés por la pintura, el collage y los impresos para cuestionar las nociones de orden, racionalidad y unidad y para explorar las rarezas y excentricidades del absurdo en la vida contemporánea. Entre sus muestras individua¬les están “Teoría excepcional en el caso del Dr Xismo”, Residencias por intercambio [r.a.t.] Puerto Turín (México d. f., 2014); “Trampa conceptual para un zombi endemoniado”, La Ramona Proyectos-Espacio101 (Bogotá, 2012); “Proyecto para la inserción del mas injurioso y el más cruel de todos los consejeros”, Sala Alterna, Galería Santa Fe Planetario de Bogotá, (Bogotá, 2011), y “Soy la música del mundo, el cen¬tro de un roscón y el final de una empanada”, Sala Alterna, Galería Santa Fe Planetario de Bogotá (Bogotá, 2009). En los últimos años ha participado en exposiciones como “Els Vespres” de la ub, Universidad de Barcelona (Barcelona, España, 2015); “Tropicalismos y conspiraciones”, Fatbottom (Barcelona, España, 2015); “Das Kapital” (Berlín, Alemania, 2015); “Después de lo anterior”, Galería Santa Fe (Bogotá, 2014); “De clase”, Cámara de Comercio de Bogotá (Bogotá, 2014); “Graphics Interchange Format” (Foamcity [Lafayette], ee. uu., 2013); 6° Salón de Arte Bidimensional, Fundación Gilberto Álzate Avendaño (Bogotá, 2013); “Modelo para una narrativa no funcional”, Espacio Los Únicos (Lima, Perú, 2013), y Salón Fanzines y Graphzines, Médiathèque Marguerite Duras (París, Francia, 2012).

Individual: Lina Mazenett

Exposición Individual Zona Centro de los 15 Salones Regionales de Artistas
Museo de Arte Moderno de Bogotá, 13 de noviembre a 13 de diciembre de 2014

Imágenes sedimentarias

¿Cómo ver y experimentar el tiempo a través de la imagen?
Nos interesa el tiempo como dimensión esencial de la imagen. Partimos de la pintura y la comprendemos como un medio tradicional que ha modelado la percepción del mundo.
Nuestro procedimiento podría ser descrito como un intento de comprimir el tiempo en la imagen bidimensional; es decir, atrapar la percepción de la duración en una imagen. Luego de descubrir la forma donde el tiempo queda contenido en una imagen, es des-plegado nuevamente, ante los ojos del espectador, para mostrar ya no el instante sino la duración.
El proceso, sugerido a través del título del proyecto, funciona de manera análoga a la sedimentación geológica, rocas que, al igual que las imágenes propuestas, presentan capas o estratos que hacen visible el accionar del tiempo.
En esta obra, partimos de artistas, como Francis Bacon, Gerhard Richter, Balthus, Fernand Léger y Edgar Degas, entre otros, que han abordado en su obra el problema del tiempo y el movimiento en la pintura.
El escáner interviene en el proceso a través de su explora¬ción o barrido óptico, que vendría a ser el tiempo de percep¬ción de la máquina. En ese sentido, las imágenes resultantes son imágenes mediatizadas, en las que una transcodificación ha tenido lugar. El escáner traduce el tiempo del video en una imagen fija y convierte este dispositivo electrónico, para retomar la correspondencia geológica, en agente de conso¬lidación y compactación de las imágenes.

Lina Mazenett y David Quiroga
(Ibagué, 1989 y Bogotá, 1985)
www.quiroga-mazenett.wix.com/artworks
Maestros en Artes Plásticas egresados de la Universidad Nacional de Colombia (2012). Como colectivo, ambos artistas indagan las posibilidades de visibilizar el tiempo a través de diversos medios y se apoyan en disciplinas como la geología, la astronomía y la historia. Les interesa poner en relación tiempos heterogéneos y explorar las distintas formas en las cuales perciben el tiempo, ya sea desde la experiencia, la mitología o la materia misma. Sus obras buscan sugerir ese hilo, casi siempre imperceptible, que los une como seres humanos con el pasado remoto y por eso recurren a las imágenes primordiales. Sus obras han sido presentadas en distintos escenarios locales como el Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá, mac; la Galería Santa Fe; El Parqueadero del Banco de la República; la Fundación Gilberto Alzate Avendaño; el Museo de Arte Moderno de Bogotá, mambo; el Planetario de Bogotá, y la Fundación flora ars+natura, entre otros. A nivel internacional han mos¬trado su trabajo en plataformas como el Espacio de Arte Contemporáneo, eac (Montevideo, Uruguay) y Greatmore Studios (Woodstock, Sudáfrica). Fueron seleccionados para la sección Artecámara-artbo 2015. Actualmente desarrollan el proyecto arbor vitae auspiciado por la beca Red Galería Santa Fe.

Escuela de Garaje

Equipo curatorial: Mariana Murcia, Santiago Pinyol Arévalo y Mónica Zamudio .

Propone una nueva dinámica en lo referente al formato curatorial de Salón sobre el que se considera que no representa la complejidad del campo cultural actual. Esto desde la creación de un espacio-escuela en el que se trabaja, se discute y  se plantean preguntas que permitan redefinir el potencial y la jerarquía entre teoría y práctica. Los ejes fundamentales de esta propuesta curatorial son: El enriquecimiento de los esfuerzos de la crítica que revisa el rol de las instituciones del arte como participantes en la creación de políticas culturales; el cuestionamiento del rol de los artistas que finalmente es definido por el clima institucional en el que ejerzan su práctica; la revelación de los poderes que legitiman la homogenización que prevalece y analiza las implicaciones de la educación con las demandas de la globalización corporativa, entre otras, son los ejes fundamentales de esta propuesta curatorial. Adicionalmente, ésta busca ser una oportunidad para cuestionar y posiblemente retar los métodos de las instituciones del arte, al juntar en un mismo proyecto a pensadores y productores culturales aunque no necesariamente estén de acuerdo.

Museo Efímero del Olvido

Equipo curatorial: María Soledad García; Cristina Lleras; Juan Darío Restrepo y María Villa.

Los 51 proyectos seleccionados optan por medios innovadores y van más allá de las reflexiones nostálgicas que permiten activar dinámicas, acciones y reflexiones sobre el olvido. Además generan líneas de diálogo en un territorio de gran diversidad como es la zona centro y muchos desbordan las fronteras departamentales, al dar cuenta del territorio más que imponer una idea de lugar. Los grupos temáticos  y curatoriales que se identificaron fueron: La ficción y las narrativas del pasado; lo efímero y la temporalidad; ciudad, cartografías y memorias; archivos, olvidos y recuerdos; y exploraciones sobre olvido y recuerdo en el territorio. Todo desde un examen crítico de la memoria, desapegado de la necesidad de recordar, para así generar formas distintas de recuperar el pasado y por tanto avisorar el futuro. El olvido es considerado como un mecanismo que permite tomar conciencia del tiempo, lo que significa poder singularizar el pasado, el presente y el futuro, sin desconocer que los tres se solapan.