Curador: Mariángela Méndez
El proyecto se concentro en mostrar a manera de “gran taller” cómo se puede hacer una curaduría. Es decir, que visibilizo un método de trabajo para que fuera replicado, si acaso en futuras convocatorias o para que fuera severamente criticado por aquellos con experiencia. Se propuso como método de investigación “la visita” y como criterio de selección una “narración.” La visita entendida como ese espacio de conversación desprevenida y la narración como esa historia inventada que se puede contar de mil maneras, dependiendo del narrador, del lugar de exposición, de la reconfiguración de obras en el espacio y del lector, a manera de contexto. Esto trajo como resultado un “archivo” conformado con los portafolios de los artistas que se conocieron durante el tour curatorial a diferentes ciudades del altiplano cundiboyacense (Tunja, Duitama, Sogamoso, Chiquinquirá, Zipaquirá, Villa de Leyva, La Mesa y Bogotá) con el fin de conocer la producción artística que se hace por fuera de la capital.