Proyecto:
Es una instalación artística que se creó como una iniciativa de plantear una pieza interactiva tecnológica que incluyó dos esculturas representativas de la ciudad de Bucaramanga como lo son: el Clavijero del maestro bumangués Guillermo Espinosa ubicado en el parque de los niños y el Molino ubicado en el parque de las Cigarras.
Esta pieza artística traslada estas dos esculturas al museo a partir de sus réplicas y las plantea desde una perspectiva contemporánea, donde la tecnología juega un papel esencial, puesto que permite dotarlas de nuevas posibilidades de interacción a cómo comúnmente nos relacionamos con ellas en su espacio arquitectónico. Estas dos esculturas están relacionadas con el movimiento o simulación de este en la funcionalidad que cada una ofrece. En el caso del clavijero se puede relacionar a partir de sus 12 clavijas pues estas pueden ser manipuladas en la réplica y en el caso del Molino se relaciona con el viento que se puede soplar. Estas dos piezas fueron seleccionadas por su relación con el gran compositor santandereano, el maestro José A. Morales. El Clavijero es un homenaje a él y el Molino tiene una placa de la canción señora Bucaramanga cuya letra y música son de su autoría.
El objetivo de esta pieza, es que el espectador pueda explorar, manipular y mutar las esculturas a través de la tecnología, que se apropie de ellas y las explore desde una perspectiva diferente a su hábitat. Las múltiples posibilidades de transformación que ofrece cada pieza solo pueden ser activadas por el usuario, pues él es quien explora, transforma y modifica estas esculturas a partir de su interacción.
La instalación artística tiene tres partes: un panel de control, una pantalla y un dispositivo de cómputo. La primera tiene 4 sensores: uno infrarrojo de movimiento, uno de pulso y dos de gestos. También tiene 2 réplicas de las esculturas que hacen parte del panel, pero tienen libertad para desplazarse al centro del mismo y activar el entorno de interacción definido para cada una de las esculturas.
La pantalla presenta un entorno virtual de cada escultura, donde estas se transforman según la manipulación que se hace de cada réplica en el panel de control. Finalmente, el dispositivo de cómputo, maneja las comunicaciones entre las réplicas, los sensores y la pantalla, adicionalmente genera el entorno virtual y las transformaciones de cada pieza en la interacción con el usuario.
Además de la interacción con las piezas físicas, se ha desarrollado una interfaz web que permite acceder de forma remota a la obra, sin necesidad de interactuar con las esculturas. El usuario elige si quiere interactuar con ellas con contacto físico o desde un dispositivo móvil. Para acceder a esta interfaz remota, en el panel de control se encuentra un código QR que al ser leído abre la interfaz web en un dispositivo móvil. Esta interfaz se creó para reducir la manipulación de las esculturas durante la pandemia y además permitir que se pueda manipular remotamente desde cualquier lugar del mundo.
Fragmento del informe del artista